sábado, 31 de mayo de 2008

Historia de nadie

Camina con la calma de quien no tiene destino. No sabe donde va, pero tampoco le interesa. Camina despacio y piensa: para que sirve correr cuando no hay lugar a donde ir, para que escaparse cuando es uno mismo la fuente de su propia tristeza. De repente lo asusta darse cuenta que se esta dirigiendo hacia el fin, hacia su fin.

“No lo hagas” le decía una voz en su mente cuando se sentó en aquel terreno baldío. “No lo hagas” le repitió cuando saco el revolver de la mochila, “porque no voy a hacerlo” la mano derecha le temblaba al acercarse a su sien. “Te parece que no hay motivos para seguir, mira que después de esto no hay marcha atrás”; “ya lo se, ya lo se” apoyó el caño en su cabeza “eso es lo que quiero, que no haya marcha atrás”; “pero ¿porque? No hay nada tan grave para tomar esta decisión”; “¿No hay nada tan grave? ¿NO HAY NADA TAN GRAVE? ¿Quién mierda sos vos para decirme a mí que es grave y que no?”; “ja, soy la parte tuya que quiere seguir, la parte que no se caga porque la vida nos haya dado un par de cachetazos”; “que suerte que a vos te parezcan solo un par de cachetazos. Yo siento que me re cago a trompadas, y como yo decido esto se termina acá” cerro los ojo y apretó los dientes como nunca había creído que fuera posible apretar. “PARA” imploró la voz, pero ya estaba decidido. Ya no había regreso, la bala salió con un estruendo que hizo volar a todos los pájaros de la cuadra. Y él quedo tendido sobre la hierba con un hilo de sangre que brotaba lentamente de su cabeza.