viernes, 30 de abril de 2010

Por ellos

Le miró la cara, pequeña, llena de deseos, de ilusiones e inocencia. Le señalaba con sus deditos el juguete que quería, lo habría visto en la tele, a él le costaba mucho decirle que no a sus esporádicos deseos, pero más le costaba decirle que sí, apenas si llegaba con las monedas a fin de mes.
Apuró la marcha y le habló de cualquier cosa para que su mente divagara por otros lados. La mente que no podía escapar a la realidad era la de él. Cada vez menos trabajo y cada vez menos dinero. Le costaba horrores que en la mesa cada día hubiera algo de comer.
Se desvivía por conseguir con que alimentar a sus hijos, vivía por y para ellos, eran cuatro niños pequeños que ninguna culpa tenían de la realidad económica que atravezaban. Las fuerzas las juntaba de la sonrisa de ellos, aunque cada vez todo se le hiciera más complicado.
Por esas cosas de la vida y de la muerte había quedado viudo luego de un largo padecimiento de su mujer, una endemoniada enfermedad la había atacado y se había llevado todo el encanto que ella tenía antes de llevársela definitivamente. Habían sido meses duros, horas que parecían días, días que parecían años, lágrimas que no alcanzaban para esconder su tristeza y siempre en el medio sus hijos.
Fue por ellos que se repuso, encaró la vida con la fuerza de una manada de caballos salvajes, salió a ganar el partido de la existencia sin dejarse humillar por el enorme vacío que le había quedado en el corazón. Sus cuatro niños le daban los ánimos para continuar, pero una punzada le atravezaba el pecho cada vez que tenía que negarles un pedido.
Su vida era pelearla, trabajar sin descanso en cuanta oportunidad se le presentara, empapar a sus hijos de amor para intentar que la pérdida de su madre fuera un poquito más llevadera y era en cada caricia, en cada abrazo y en cada beso que les daba y recibía que sentía que podía superar cualquier escollo que la vida le presentara, porque cada uno de ellos era un cuarto de su ser, porque cada uno de ellos era una porción de su motor, porque cada uno de ellos era lo mas importante que tenía su golpeado existir.
La verdad es que este hombre vivía y de ser necesario habría muerto por ellos. Lo cierto es que eran lo único que lo podía hacer sonreír, lo único que le sacaba un poco la amargura. Lo cierto es que él, a veces, esperaba que todos se durmieran y luego de darles un beso a cada uno se encerraba en su pieza para llorar en silencio…

miércoles, 21 de abril de 2010

Sentimiento profundo

Verte fue mágico, volverte a ver maravilloso. Conocerte fue estupendo, reconocerte extraordinario. Besarte increíble, volverte a besar imprescindible. Sentirte fue seductor, volverte a sentir fascinante.
Hoy, que te veo, te reconozco, te beso y te siento, pienso que en el misterio del día a día se esconde la atracción eterna de nuestro amor. Hoy se que mañana podré verte como ayer, como hoy y que vos me seguirás mirando de la misma manera, que de tus ojos emanará el mismo brillo que ayer me sedujo y que hoy me enamora.
Hoy, que siento que tenerte es lo mas maravilloso con que se encontró mi vida creo que el amor puede ser sincero y profundo. Me asombran mis reflexiones, nunca creí en estos sentimientos que hoy brotan con una fuerza desgarradora del centro de mi pecho.
A veces pienso que estoy alucinando, a veces creo que estoy imaginando, pero mis ojos vuelven a buscarte y siempre vuelven a encontrarte y es ahí, en ese encuentro, en el que me doy cuenta que estoy enamorado como nunca estuve y como nunca volveré a estar...

martes, 13 de abril de 2010

Hace tiempo

Hace tiempo ya las palabras han escapado de mi mente, complica mi existencia tratar de hilvanar oraciones, engranar la inmensa estructura del lenguaje tratando de hacer un verso bonito. Hace tiempo no encuentro un buen motivo para dibujar en esta hoja triste una frase alegre. Hace tiempo no soy lo que fui, ni lo que era, y espero no ser en este momento lo que seré. Hace tiempo me escondo del mundo para que no me vea llorar, me escapo en silencio de una condena que parece eterna y no me regala un instante de paz.
Hace tiempo que no veo certezas en mi porvenir, que camino lindando el abismo, que solo veo vacio a mis espaldas. Hace tiempo no encuentro una mano de donde agarrarme. No escucho un susurro ni una palabra de aliento. Hace tiempo espero que alguien me quiera y no encuentro siquiera la estima piadosa de algún ser benévolo, no veo en la calma de mi vida ni siquiera el sobresalto de un estúpido mensaje de texto.
Hace tiempo no me siento importante para nadie, hace tiempo que creo no servir para nada. Soy un as de luz en una habitación iluminada, da lo mismo si estoy o no. Nadie se percata del todo de mi presencia, nadie repara en mi esfuerzo constante por adquirir un segundo de atención, nadie detiene su marcha para darse cuenta de mi desesperado reclamo de cariño. Hace tiempo no consigo hallar mi rumbo, hace tiempo que perdí el sentido y hoy mas que nunca y como siempre, temo no volver a encontrarlo jamás…