martes, 9 de febrero de 2010

La pequeña novia del carioca

La música comenzó a inundar su cabeza, el lento y poético sonido de “La pequeña novia del carioca” fue ganándole todos los rincones de la mente. Estaba caminando, solo, la siesta de una tarde plena de enero lo había encontrado bajo el sol abrazador. “…después de vos, crucé los dedos, la barca pasó y el río quedó, al fin, quieto…” cantó la voz del indio Solari, el continuo su marcha, como si nada, tarareaba el tema que tanto le gustaba y su imaginación comenzó a jugar con su conciencia.
Avanzaba por el calor y sus recuerdos lo llevaron al pasado, a unos días y a unos meses atrás, recordó lágrimas, sonrisas y charlas. Recordó gritos, dolor y felicidad, recordó todo lo que nunca olvidaría, revivió conversaciones enteras al tiempo que la música no se callaba, al tiempo que la música hablaba por el “…solo un cuento fue, que ayudó a pasar, un buen rato…”
Su marcha continuaba, lenta pero segura, vio ante sus ojos el último encuentro “…muy poco amable fui, nada nuevo vi en tus ojos…” sus recuerdos del pasado se mezclaban con la canción presente, se había generado una especie de simbiosis, un estado de asociación psíquica en el que cada palabra escuchada desataba un nuevo recuerdo. O quizás a la inversa, quien pudiera saberlo.
La temperatura no aflojaba, las primeras gotas de sudor aparecían en su frente y eran su única compañía, caminaba sin pensar en todo lo que estaba pensando, caminaba, escuchaba y recordaba “…en el aire entre los dos, solo una copa rota, mala suerte mi palma dio destino oscuro…” una lágrima tímida apareció en uno de sus ojos “…dulce licor de romero fue, la mala idea, loca te vas a enterar por esta canción…”
La tristeza había ganado su cuerpo, la canción estaba llegando a lo más profundo de su inconsciente, le tocaba los recuerdos y los traía ante sus ojos, cruzó la calle sin mirar, pero claro que a esa hora nadie andaba por allí “…no sueño más con vos…” apuró el paso, como si eso hiciera que las imágenes se disiparan mas rápido, lentamente fue llegando el final, lentamente se dio cuenta que ya todo había terminado, “…apostamos mal, serás mas feliz, vagabundeando…”

3 comentarios:

Revolución En Los Corazones dijo...

Ay ay ay! Me dolió porque frente a frente me dijeron 'no sueño más con vos, ya cayó otra flor del cielo' ese tema siempre me estruja el corazón.
Saludos!

Lolo Pillud dijo...

Que temón! Muy bueno locura... Se nota que el Indio entro por tu recto y parece quedarse todavia dentro de tu estomago, jajaja.

jeRe dijo...

Como la música nos conecta a veces con algo a lo que paradojicamente estamos muy aferrados adentro.

Como se recuerda algo que sabemos nunca se va a olvidar, como se corre de uno mismo. Porque a fin de cuentas, lo que uno apuesta mal, es a uno mismo.