lunes, 23 de febrero de 2009

La Primera vez

Se acerco mirándola fija y dulcemente, la tomo por la cintura y la beso largamente, sus labios se unieron por un lapso prolongado y de esa unión salía una ternura infinita, cada uno descansaba en los labios del otro, cada uno encontraba allí la cura a todos sus miedos, el amor se estaba materializando en un beso tan efímero como eterno. Ellos se encontraban solos en la casa, nunca habían experimentado algo semejante como lo que se avecinaba, creían amarse con locura y pasión, creían ser cada uno la persona de la vida del otro, tenían la adrenalina y el entusiasmo propio de la adolescencia, la torpeza inherente a la inexperiencia y los miedos y las dudas típicas de la primera vez.
De a poco la ternura fue dejando lugar al frenesí, este fue solo el paso previo de la vehemencia y esta fue la previa del arrebato, cada uno avanzaba torpemente por el cuerpo del otro, sus bocas se exploraban entre sí como si no quisieran dejar siquiera un milímetro sin investigar, de vez en cuando se separaban la una de la otra y se dirigían hacia alguna otra parte del cuerpo ajeno, todo presuroso, nada con glamour, pero con un calor y un entusiasmo que bien podría ser la envidia de cualquier pareja atacada por el peso de los años. Las ropas volaban por toda la habitación, el acto rozaba lo agreste, no se preocuparon por desarmar la cama, menos por ubicarse de alguna forma en especial, giraban e intercambiaban posiciones prolongando un juego que se estaba convirtiendo en un vicio, por fin se encontraron completamente desnudos, uno junto al otro, la pasión menguo el instante previo a que el por fin entrara en ella, solo el instante previo, una vez dentro nuevamente el delirio, la lujuria, el erotismo, la torpeza, el amor casi salvaje, la pasión desmedida de un coito que seria tan fugaz como recordado…

3 comentarios:

jeRe dijo...

1.- Me gusta que explores tus horizontes como escritor...
2.- Buenas analogías...
3.- Buena léxica...
4.- Se ve que algo te pegó y no hablo de la Ginebra, la birra ni de ningún tipo de estupefaciente...
5.- Quedé recaliente...

Un abrazo amigo.

Ceci Fernandez dijo...

Excelente la descripción Juan!
Me pareció imaginarme cada palabra...
Un beso

Coincido con Jere en el punto 4 sobre todo ( pero menos en el 5 =O )

Lolo Pillud dijo...

Mira, no le tenía fe. Pero la verdad esta muy bueno, muy explicativo.
Y para la gilada que no te conoce, lo que te pegó fue la fenacetina.

Jajaja.

PD: muy interesante y extensa tu última firma en mi blog.

Me voy a seguir con el laburo mas aburrido que alguna vez hice en la oficina.
Un zoabra!