miércoles, 28 de enero de 2009

Saviola

Él arranca de atrás, siempre arranca de atrás y nunca llega a clasificar primero, lo mejor que llego es a estar en el segundo puesto, eso no lo hace feliz ni lo conforma, pero no puede salir de este círculo, necesita de ella como las plantas del agua. Ella lo usa a su antojo, maneja su vida a gusto y placer, solo un par de promesas vacías le alcanzan para tenerlo a su lado, lo convence y en algunos casos hasta se convence de que esta vez será distinta, esta vez va todo en serio, pero la historia tiene siempre el mismo final y cada final termina siendo un nuevo comienzo de lo mismo.
Él sufre, porque sabe que a ella no le importa, el la quiere lejos pero la necesita cerca, el dimorfismo lo consume, como se consumen los cigarros que uno tras otros pasan por sus labios tratando vanamente de calmar su ansiedad, ella lo busca cuando quiere porque sabe que siempre va a encontrarlo, sabe bien que él es su juguete preferido y a veces le gusta jugar a quererlo.
Esto es solo una historia, una simple y triste historia de una infeliz crónica que no sabe lo que quiere y un eterno suplente, que no sabe como cambiar su condición…

3 comentarios:

jeRe dijo...

Esta bien... No defraudaste amigo. En estos momentos me siento suplente jajaja! Pero esa es otra historia, con otros matices.

Promesa cumplida!

Buen paddle!

Lolo Pillud dijo...

Se comenta que el Fede se siente suplente, no se porque.

tata dijo...

Bien narrado todo pero no me gusto el ultimo parrafo, esta de mas creo. Igual me gusto, nos vemos.