lunes, 6 de julio de 2009

Apariencias

No le costaba mucho ser feliz, pedía poco y se conformaba con menos, su espíritu lo llevaba siempre a mirar el vaso medio lleno, tenía una gran fuerza interior que lo empujaba a superarse día a día, a estar contento con lo que tenía pero a la vez aspirar a mas. No se quedaba nunca muy quieto, se trazaba objetivos y luchaba por ellos. Era tranquilo pero no por eso costumbrista, obsesivo y frio y a la vez un tanto pasional en algunas cosas, reservado pero sincero. En definitiva no era más que un hombre, con sus virtudes y defectos, como tantos otros, solo se diferenciaba del resto por la sonrisa que le acompañaba la cara a donde esta fuera, era raro verlo amargado.
Así era él, o así demostraba ser, tal vez su coraza de felicidad inalterable era una apariencia, tal vez una fachada, un personaje que se había terminado por devorar a su persona, tal vez su rol de centro de atención, de cómico extrovertido era una pesada mochila que un día, sin darse cuenta había comenzado a cargar y ya no podía quitársela. O si, solo era una cuestión de decidirse, de decir basta de todo, parar la pelota y cambiar de frente, de no temer a no ser aceptado si se da la imagen de vulnerable. Tal vez no hacia falta hacerse el superado para parecer fuerte, ni se es mejor persona por no quejarse de nada.
Tal vez no es más fuerte quien no llora, tal vez la valentía la de una lágrima. Pedir ayuda, necesitar un abrazo, llorar en un hombro ajeno, no te hace menos hombre ni mas fuerte. Tal vez un día se de cuenta que no por decirse feliz se sea y tal vez ese mismo día se anime a sacarse la careta y la mochila y desnudar su personalidad tal cual es, tal vez ese día, consiga por fin que estar contento no sea solamente una apariencia…

1 comentario:

jeRe dijo...

Creoq ue todos tenemos artilugios para mentir, no solo de manera externa sino interna, sobre nuestro estado de ánimo o lo que realmente sentimos. Supongo que uno lo hace por miedo, casi siempre el ser humano se moviliza por el camino del miedo y la necesidad, y muchas veces las razones de sus actos son algunas de estas dos.

Espero que se haya entendido algo.

El texto me sonó como a 'Crónica de un hombre común', uy! te lo subtitulé =P jajaja!

Un abrazo amigo