miércoles, 25 de marzo de 2009

Actuar para vivir

Hoy me siento un teatro, grande, glamoroso, iluminado, lleno de vida, ruido y gente, alegre, imponente y genial. Un teatro de esos a los que uno lo hace feliz conocer y visitar, ver las presentaciones que en el se llevan a cabo y llenarse de los olores, sabores y sentimientos que de él emanan. Un teatro, de esos que contagian la magia de su escenario a los espectadores, esos en los que uno no puede evitar sonreír, solo por tener el placer de verlo, conocerlo, sentirlo…
Hoy me siento un teatro, y claro esta que en algún momento, en todo teatro, termina la función, se apagan las luces y se escucha el último aplauso, claro esta que en ese momento el teatro queda vacio, silencioso y triste, ni los ecos de la alegría pasada quedan dentro y todo es oscuridad y soledad, no quedan ni las luces de emergencia, ni siquiera y aca si contradigo a Juan Carlos, quedan los fantasmas de ayer, porque nadie elige el teatro para morir y nadie quisiera pasar la eternidad vagando por un lugar tantas veces desierto.
Hoy me siento un teatro y nadie viene siquiera a ensayar, quedo lejos el espectáculo pasado, en aquel momento la gente se llevo una imagen magnifica de sus instalaciones, lo vio en su máximo esplendor, vio lo formidable de su magia, disfruto del show y se marchó, dejando así las butacas vacías, los pasillos deshabitados, las entradas despejadas y así un lugar que en un momento fue genial se convirtió en algo vulgar.
Hoy me siento un teatro limpio y apagado, pero se que muy pronto las luces volverán a encenderse, los actores regresaran a escena y el público retornara a sus asientos, los aplausos resurgirán de todos los rincones y así este teatro recuperara su luz y podrá brillar, quizá incluso mas de lo que nunca había brillado.

3 comentarios:

JPPili dijo...

El titulo de este post esta sacado del título de una canción de Baglieto que particularmente me gusta mucho.

Ceci Fernandez dijo...

Snif

Sabés que entre el lunes en el wana y el texto de ahora me hiciste recordar viejos tiempos...
A mi me partía el alma en dos entrar al teatro vacío cada vez que terminabamos una función...

Ando ganas de actuar...

Ya veremos mi amigo, ya veremos.

Te estoy llevando los textos en estos días!

Abrazo!

jeRe dijo...

Lindo y cortito amigo! Ahora si te acompaño y puedo decir que tiene la longitud que el texto ameritaba.

Muy buenas analogías, dan que pensar. Muy personal además.


Muy bien amigo, un abrazo.

Te saluda tu fan number guan!